Deporte y embarazo

Según los expertos, practicar ejercicio es fundamental durante el embarazo para cuidar la salud de la madre y del bebé. A la hora de escoger que actividad física practicar, se deben evitar deportes en los que se puedan sufrir caídas o golpes. También se debe tener en cuenta las indicaciones médicas y las posibilidades de la embarazada. El aumento constante de la barriga limita la movilidad y aumenta el peso, estos pueden ser impedimentos para practicar según que ejercicios. No ocurre lo mismo con la natación para embarazadas, ya que además de ser beneficiosa para la salud, aporta sensación de ligereza y movilidad.

Natación para embarazadas

La principal ventaja de practicar natación o actividades acuáticas durante el embarazo es el hecho de sentirse más ligera. Pero no es la única, a continuación nombramos los beneficios de la natación para embarazadas:

– Tonificación muscular en brazos, espalda, piernas, glúteos y zona abdominal
– Fortalece articulaciones y mejora la flexibilidad
– Ayuda a controlar el peso durante el embarazo
– La sensación de esfuerzo dentro del agua es menor
– El esfuerzo se reparte de modo equilibrado y no se concentra en una sola parte del cuerpo
– La gimnasia acuática o la natación ayudan al cuerpo en la preparación para el momento del parto
– Aumenta la resistencia pulmonar y aporta beneficios cardiovasculares
– Previene varices, hinchazón y calambres
– Ayuda a relajarse, a aliviar el estrés y a reducir la tensión
– Disminuye los dolores de espalda típicos del embarazo

 

Aunque es un deporte con muchos beneficios, se necesita la aprobación del ginecólogo para empezar a practicarlo. Se debe evitar practicar deporte si el embarazo es de alto riesgo o la placenta es previa. Tampoco se podrá practicar deporte si hay un retardo en el crecimiento uterino, problemas vasculares o existe una dilatación del cuello del útero. La expulsión avanzada del tapón mucoso o una alerta de parto prematuro son otros motivos por los que se debe prescindir del deporte.

Si el ginecólogo aprueba la práctica de deporte, lo mejor es empezar a practicar natación durante el segundo trimestre, sobre la semana 14. En cuánto a abandonar la actividad, los especialistas opinan que lo mejor es dejarla en el octavo mes, ya que desde entonces existe mayor riesgo de que se desprenda el tapón mucoso. La natación no solo sirve durante el embarazo, también es beneficiosa después del parto. Es un deporte que ayuda a reducir los dolores y acelera la recuperación post parto.

Técnico/a en actividades acuáticas para embarazadas

La persona encargada de preparar y realizar las clases de actividades acuáticas para embarazadas debe estar bien formada y tener conocimientos sobre distintos temas relacionados con la natación y el embarazo. Además de conocer las distintas variedades de natación para embarazadas, el profesor/a deberá:

  • Estar al corriente de los riesgos sanitarios derivados del uso de las piscinas para aconsejar a sus clientas como evitarlos.
  • Conocer las rutinas que necesita una embarazada antes y después de practicar natación, como por ejemplo, ducharse con agua tibia para evitar cambios bruscos de temperatura o evitar quedarse mucho tiempo con el bañador mojado.
  • Dominar las técnicas de primeros auxilios y métodos de rescate.
  • Adaptar los programas y tablas de ejercicios en función del estado de cada embarazada.
  • Conocer los accesorios y materiales auxiliares para cada ejercicio.
  • Asegurarse de las condiciones higiénicas de las instalaciones.
  • Consejos para la seguridad de las embarazadas, como por ejemplo, usar calzado de goma o entrar por las escaleras de espalda al agua para evitar resbalones.

Si quieres especializarte en natación para embarazadas y conocer todas las técnicas de esta profesión, no dudes en echarle un vistazo a nuestro curso: Técnico experto en actividades acuáticas para embarazadas.